
Elif vive una vida de «prisionero» en la que su esposo ni siquiera puede salir de la casa bajo la amenaza de Sadullah (Mustafa Uzunyılmaz). Con la desaparición de Sadullah, que chantajeaba a la familia utilizando los oscuros secretos de la familia Gürhan, Elif se queda solo en un mundo en el que es totalmente extraño.